Si vamos a esforzarnos en algo, que no sea en debatir quién merece más las calles o más espacio. Mejor, esforcémonos en respetar el espacio vital, el espacio común, el tiempo y el turno de los otros, respetar las señales de tránsito, las decisiones de las personas sobre cómo transportarse, ejercitarse o recrearse, respetar la propia vida y la de los demás al concentrarnos 100% en conducir -en sobriedad- lo que sea que conducimos.