Enero brutal

Leer es un hábito que solía disfrutar mucho y hace varios años –desde que me convertí en mamá- no lograba reinstalar en mi rutina; no encontraba el tiempo, los temas, no sé, las ganas. En fin, en Navidad me llegaron unos libros y vengo aquí a recomendarlos, así como otros contenidos que se me cruzaron y, curiosamente, rozan temas que colindan con aquellos abordados en mis regalitos de navidad.

A comienzos de este año, Netflix estrenó el film Pieces of a woman, un descenso al duelo de una mujer que, tras parir a su bebé, la ve morir. El tiempo transforma el paisaje y reconstruye el interior de esta mujer que, en un primitivísimo instinto, deja morir lo que tiene que morir, repara lo que debe permanecer y germina lo que debe vivir.

Después, elegí La hija única, de Guadalupe Nettel, para iniciar el año. Con su impecable estilo, cada página me llevó de la mano a la siguiente, sumergiéndome en una historia entrañable, dolorosa, asombrosa y esperanzadora acerca de la maternidad, la pérdida, el duelo, el amor, las estructuras de cuidado y las redes de apoyo que construimos. Algo que me encanta de esta autora es que sus temas e historias no son nada suaves, pero su escritura es casi balsámica.

El siguiente libro sobre el que puse mis manos fue Casas vacías, de Brenda Navarro. Dos voces alternando testimonios sobre el vacío que deja y llena el mismo niño, en dos mujeres pertenecientes a diferentes entornos. Este libro me regaló reflexiones obligadas sobre los roles de género, la conciencia de clase, el machismo, la violencia física y psicológica al interior de las familias, y la dolorosa normalización burocrática y social de miles de personas que todos los días desaparecen.

Y, finalmente, mientras horneaba y amasaba, escuché La nota roja, una pieza de periodismo de investigación en formato podcast, producido y narrado por Lydia Cacho, que repasa la infame historia de las desapariciones de mujeres y feminicidios que han ocurrido en Ciudad Juárez desde la década de los 90, y que ciertamente fue un precedente para la normalización y la indolencia mediática con la que actualmente se abordan estos acontecimientos. La serie completa es una joya, pero el último episodio me pareció una auténtica piedra preciosa: testimonios de madres que se volvieron activistas, padres deconstruidos que recorren el país buscando a sus hijas, infancias tocadas por la violencia que se volvieron juventudes con gran conciencia política.

La exposición a estos contenidos fue como descender a un lugar helado, del que no se vuelve con el espíritu intacto y la conciencia social inalterada. Mi hija crece, y la miel de la crianza ya se va mezclando con reflexiones que desearía postergar pero encuentro relevantes por el contexto en el que vivimos.

¿Mencioné que estos libros me los regaló mi mamá? De pronto, he encontrado el tiempo, los temas y muchísimas ganas de volver a leer como antes lo hacía.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s