Caro sólo quería una torta de tamal. El microempresario se había quedado sin insumos (o sea, pan). Sin embargo, su vocación de servicio al cliente dominó y nos dijo que si lo esperábamos dos minutos iría por la telera. Así, nos encargó el changarro y abordó un taxi para perderse durante poco más de cinco minutos.
Fue así como tuve la oportunidad de atraer cinco nuevos clientes a uno de tantos changarros de tamal en el barrio Merced Gómez, al sur de la ciudad de México.
Esto es el lado b de mi trabajo. Agradecimientos a Caro, quien grabó el video.
Sólo tu Lolita.
Happy birthday maja.
Te mando muchos besos.