My love to admire

desolation

 

Me considero una fan de Interpol. De esas que los lleva bien hondo en su corazón y no sólo en el iPod. Este post es una especie de reseña del último álbum, Our Love to Admire (de ahora en adelante OLtA), aunque si me dejo llevar y empiezo a hablar de los otros LPs, pues se convertirá en una reseña de Interpol. Y si me dejo llevar más y empiezo a divagar sobre Carlos Dengler… jaja, no, eso no va a pasar. No soy groupie. Y no me acusen de ser emo. TODA la música es emo: Nietzsche (que by the way era amigiwis de R. Wagner, el compositor más “rocker” de su tiempo), en su teoría estética, clasifica a la música como una manifestación dionisiaca, es decir, sin límites o normas de composición –no se manifiesta como un volumen que ocupa espacio ni es visible, como un lienzo o una escultura, sino como sonidos que transcurren en el tiempo– y por lo tanto es algo escurridizo a la armonía, entendida como el justo medio. La música está tirada al drama. Y yo estoy de acuerdo con Nietzsche al respecto. Y si me clavo mucho en la narrativa, sorry, así adquieren sentido las cosas en mi vida. Pero bueno, a lo que nos truje:

Para comenzar, me gustaría comentar que las reseñas que he leído y las que alcancé a escuchar en la radio mexicana ahora me parecen bastante superficiales. La premisa principal en todas ellas era que Interpol ya había valido madres porque habían repetido la fórmula. Eso, con Heinrich Maneuver como primer sencillo. Tal vez sí repitieron la fórmula. Pero, wake up, lo hicieron desde Antics. Heinrich Maneuver es la canción más digerible –y distinta– del disco. Es el sencillo que a huevo tuvieron que componer para que a Capitol le salieran las cuentas. Están en el negocio. Es absolutamente comprensible. No se me rompe el corazón. No es válido basarse en esta canción para hacer una crítica global. De hecho, después de haberlo escuchado muchas (de verdad, muchas) veces –aislado y en el contexto de los álbumes anteriores–, puedo afirmar que OLtA me gusta más que Antics. Y si OLtA hubiera sido el segundo y Antics el tercero, yo hubiera sido la primera en perderles el respeto… pero entiendo la lógica interpolesca, y eso me tranquiliza. Ahí les va mi explicación:

OLtA se parece, en forma, al Interpol primitivo, al de antes de Turn on The Bright Lights (ToTBL). Las canciones un poco desestructuradas, sin un clímax bien definido, y hasta me aventuro a formular la hipótesis de que retomaron muchos ‘proyectos inconclusos’ de esa etapa… sin embargo, el contenido, las letras, lo coloca en la posición que de hecho ocupa:

El Interpol precámbrico y el de ToTBL es como una caja negra. Absolutamente críptico. Desde la portada y el diseño del álbum: todo es oscuridad. Aunque las letras tengan coherencia, al final resultan tan ambiguas como la música. El resultado era erótico –capaz de despertar placer– (como el erotismo con el que Floria Sigismondi se mueve en el video de Obstacle 1), porque al final el significado atribuido era personal, aunque bien apuntado por las sugerencias verbales de Paul Banks. Si tuviera que describir el disco en una escena, sugeriría a un wey que le tira la onda a una vieja, pero ella se quiere dejar convencer y él se esfuerza obsesivamente, y es seductor a madres.

En Antics, la caja negra se abrió. Los sentimientos contenidos, que en TOtBL se gritaban hacia el interior, ahora se escupían, se vomitaban. De hecho, cuando salió Slow Hands, a mi no me gustó. Me desencantó. Cuando escuché Evil, me pareció la hermana que le copió el estilo a Obstacle 1. No había ya ni una duda de cuál era el mood de cada canción, ni del disco. De hecho, creo que Antics tiene más canciones que pueden considerarse molde, con respecto a TOtBL y con respecto al mismo Antics, aunque esto suene raro. El embalaje y la etiqueta del disco son blancos (con los puntitos, que, sin embargo, no garantizan mucha claridad)… y se hizo la luz. La música es mucho más alegre, aunque las letras siguen siendo crípticas. Es 80% digerible, y por eso es el álbum de Interpol que la mayoría de la gente prefiere. El mood en escena, ahora, es que el wey logró convencer a la vieja y son más o menos felices. Hay pasión, hay intensidad, momentos felices, disgustos, inseguridades… es bien normal.

 

OLtA es cuando esos dos ya no están juntos, ambos quieren volver a estarlo, pero siempre uno se contiene. Ahora se odian un poco y están compitiendo en una cacería, como sugiere el arte del disco, por ver quién es el que gana –o lo que es lo mismo, el que menos jodido va a salir. Es obsesivo destructivo. Me gusta más este mood que el de Antics. Se parece más al primer Interpol. Pero esa obsesión destructiva también me parece que es autodestructiva. No es depresivo. Es ofensivo y nunca defensivo. No le va bien. El disco se deja morir. Y cuando lo hace yo me pongo de pie y aplaudo. Como veo –y escucho– las cosas, no creo que en la historia de Interpol haya otro álbum. Y es triste como Lighthouse, el último track del disco. Como una despedida. Pero es así como debe ser.

Ahora, por partes:
Pioneer to the falls es la declaración de intenciones de todo el disco. A ver quién cae primero, aunque se sabe que van a caer los dos. No I in threesome es el anuncio amable y romántico de que las cosas no están bien.
Scale es el cubetazo de realidad después de la separación. Well, I made you, and now I take you back. It’s too late, but today I can define the lack. Heinrich Maneuver es bastante obvia. My heart swings. Esa indecisión, ya saben, la que te hace oscilar entre el antes y el después, entre la tesis y la antitesis. El oscilar para tantear el terreno, para ver de qué lado se inclina la balanza. Pretender que podemos ser amigos. Mammoth tiene un chingo de energía, pero como siempre pasa en este tipo de situaciones, mal canalizada. La energía se convierte en furia: es a mi manera, no a la tuya, pinche perra del infierno. No, I won’t let you sit by, so cold in the pitch. Now we should dance like two fucking twins. Just spare me the suspense. Conténme la ansiedad, el suspenso. Es enorme. Pace is the trick es mi f*cking favorita. Es el momento más noble del disco, como una tregua: cuando por un momento se admite la propia debilidad. And now I select you (slow down, I let you), see how I stun. Mira cómo pierdo! Pfff. All fired up es pura necesidad de posesión para llevar a cabo la operación Humillación. Pero al final es una mera chaqueta mental. Posesión a la mala. Rest my chemistry es bastante cínica, me parece. Pero cínica de abandono. De “ya, me cansé de destruirte, y como eso era lo que me había movido todo este tiempo, me dejo morir”. Pero la batalla continúa, ahora en forma de bombardeo psicológico.
Who do you think… no estoy muy segura de qué hace esta canción aquí. Es un vil impulso adolescente, es una canción que suena como si mis amigos la hubieran compuesto a los 16 para un primer disco. Sabe bien y cumple (who do you think that is there? i came to fight, i am in the air), pero siento que, formalmente, está fuera de contexto. Seguro será otro sencillo.
Wrecking ball es absolutamente fantasmagórica. Podría cantarla un moribundo, un cadáver o un espectro que lanza la peor de las condenas: nobody told you that I could just waltz through and shake up your style. Un “no me vas poder olvidaaaar, malditaaaaa” que viene desde ultratumba. Lighthouse es lo más triste que he escuchado en la vida. El mar y las olas como leitmotif, un admitir la derrota, pero no haber muerto, sino perderse voluntariamente en la nada, en el olvido. Es como el rey Arturo agonizando, que se embarca hacia Avalon. Es bien pinche triste, como una despedida.

Termina la función. Yo me pongo de pie y aplaudo porque ese amor intensity es el que hay que admirar. El amor “no quiero (porque el amor es una cuestión de voluntad) vivir sin ti, y hazle como puedas… me atengo a las consecuencias”, mientras te pones los guantes de box.

Las quejas:
OLtA no tiene suficiente bajo. Si lo comparamos con Turn on the Bright Lights, las cuatro cuerdas que Carlos D maneja con maestría aquí son prácticamente inexistentes. El sentimiento que me produce escuchar la línea del bajo en las piezas del primer álbum, como Stella was a Diver…, The New o Leif Erikson es el de querer ser yo misma el instrumento, y que el hombre me toque a mí, y venirme innumerables veces. Tan maravillosos me resultan los acordes del bajo en TOtBL (y eso tiene todo que ver con que le haya robado el apellido para fabricar mi alias)… chale, sí divagué un poco sobre Carlos D.

No hay grandes momentos ni grandes canciones. No esperen que el mundo se les vuelva a revelar, como la primera vez que escucharon TOtBL o canciones como Take you on a cruise, Not even jail o NARC. Eso, estoy segura, tiene que ver con la falta de bajo. La frecuencia grave crea tensión y los demás elementos la rompen. Ahora no hay tanta tensión, sino neurosis.

Si se me ocurre algo más al respecto, luego se los cuento. Si leyeron la reseña completa, los felicito. Ahora conocen un poco mejor mis fetiches… y ps me conocen mejor a mí. Eso me hace quererlos un poco a quienes no conozco, y a quienes sí, pues un poco más. Les abrí las puertas y entraron. Qué valientes, jaja.
Saludos!

3 thoughts on “My love to admire”

  1. Excelsa reseña mi adorada, ya la esperaba ansiosamente, así como la salida del disco (mmm bueno, esperaba más tu reseña, porque mi ansia por la salida del disco se vio un poco afectada cuando escuché The Heinrich Maneuver).
    No lo he podido comprar, y era el disco #3 en mi lista de próximas compras musicales, pero después de leerte es el #1. Esto debido a que, por lo que he leído en otras reseñas, es un disco MUY psicológico, es decir, cada quien responde a él de acuerdo y en reflejo a lo que está ocurriendo en su vida emocional/sentimental. He leído que provoca frustración, vacío, intensidad, expectativa y hasta emoción. Y no puedo esperar a escucharlo completo, una y otra vez (como lo he hecho con TOtBL y Antics en sus momentos) porque estoy casi segura que el momento emocional que vivimos tú y yo es hasta cierto punto, parecido.
    Con cada descripción que hacías de las canciones, pensaba “¡esa canción me queda!”. Se que a tí te pasó lo mismo, e igual a las demás personas que lo han reseñado, ya que cada quien oye lo que quiere oír (aunque no le guste) en las canciones de OLtA; en el disco en general. Pfff… sólo Interpol…
    Si leíste mi comment completo, te felicito, jajaja. Te quiero.

  2. solo quiero de cir que como interpol no hay dos y vallanse a chingar asu puta madre todos los hijos de perra a aquin yano les gusto interpol o no lesgusta a ablan mal de ellos putos interpol son de lo mejor sus lettras sonido vocalista integrante de lo mejor nadie como ellos

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