Madrid me encanta. Este fin de semana visité el Museo del Prado. Fui en domingo, porque era gratis, jaja. Y de camino vi este grandísimo cartel, jaja. La Faraona… voy a mandarme hacer uno que diga, “La Ninfa Vagabunda”… flamencas, anímense, les encargo uno con su mote preferido.
El caso es que iba preparada para una extensa exposición de pinturas barrocas religiosas que me arrebatarían uno que otro bostezo, pero no fue así.
Para empezar, la colección de arte renacentista es hermosa. No recordaba que una serie de Boticelli fue a parar ahí, y cuando la vi, bueno, entré en éxtasis. Me gustó muchísimo también la colección de arte flamenco. El Jardín de los Deleites Terrenales, del Bosco, también me arrancó una exhalación. Las pinturas que veía una y otra vez en los tomos de Historia del Arte de las enciclopedias de los abuelos por fin estuvieron frente a mi, y fui muy feliz. También me llevé sorpresas. El Greco, por ejemplo, no me gusta nada, pero entrar a la sala donde están expuestas las pinturas que hizo para el retablo de no sé qué templo es impresionante. Ante uno se presentan una serie de lienzos alargados, que albergan figuras alargadas; la sala es oscura y las escenas oscuras dentro de los cuadros completa el efecto.
Las Meninas (jaja… las de Velázquez, no las menynaz de LCC) no es tan impresionante en vivo, ni las pinturas negras, de Goya… pero bueno, no los aburro más.
Les debía fotos de mi nuevo cuarto. Aquí están.
Lourdes Dengler 
Sí, el museo del Prado fue uno de los que más me gustó de toda Europa, junto con el Rijksmuseum. Precisamente por la pintura flamenca. El Greco me caga, y para mí esa salita fue impresionante en el sentido de que me alteró los nervios, jaja, hay que reconocer que el wey tenía talento… no se pa que pero lo tenía. Goya rocks, y las meninas también… y boticelli es dios